Descanso Total

Parecía dormitar tumbada sobre la hierba, rodeada de tantas flores que a su vez parecían sonreír al recibir los gráciles rayos del sol del mediodía. Tenía los pies molidos de tanto caminar, pero había merecido la pena llegar hasta aquél lugar, era incluso más hermoso de lo que le habían contado.

Cara al sol, sus rayos ya no parecían molestarle demasiado en los ojos, los que mantenía cerrados. Se escuchaba perfectamente el sonido de la suave brisa y del arrollo de enfrente, todo aquello la invitaba a dormir, más después de haber comido y haberse refrescado los magullados pies que ahora tenía al aire, dejando sus botas a un lado.

Suspiró y se estiró un poco más, realmente se encontraba en la gloria, y mientras tanto acariciaba la empuñadura de su espada, no quería dejarla demasiado lejos, por si a caso.

Un aroma dulce...que no habia sentido por muchos años ya, pero que le era tan familiar que por un momento le hiso añorar el calor de su hogar...podria ser?...

Volteó sobre si mismo, calculando la distancia...al parecer estaba lejos, pero no tanto como para no alcanzar la fuente de aquella escencia en un tiempo no muy extenso, pues solo esperaba que para entonces, esa persona no hubiese desaparecido. Tras una hora de desandar camino, encontró una imagen que le dejó sin aliento...su hermana yacia en el piso, respirando suavemente recostada en la hierba rodeada de flores...como habia llegado alli?, por que habia abandonado el hogar?

Todas esas preguntas pasaron como un relampago por su mente, quiso gritarle, reprocharle por que habia dejado el hogar y a sus padres, decirle que regresarla....queria abrazarla y decirle cuanto la habia hechado de menos, pero tantas ideas confusas lograron solo dejarle alli parado, paralizado mientras sus calidos ojos rojizos recorrian la figura de su hermana...habia crecido mucho y ya no era la niña pequeña que recordaba.

-Her....mana....?- Alcanzó a decir a travez de su confusion.

Abrió sus ojos de inmediato al escuchar aquella voz como si hubiese despertado de una pesadilla. La reconocía, pero no podía ser. Se incorporó rápidamente, quizás lo había soñado, pero al comprobar que era quien ella creía, y que esa persona estaba justo delante de ella a escasos metros, se quedó paralizada y sin saber muy bien qué decir.

Habían pasado muchos años, pero no había por qué tener miedo, así que apartó su mano de la empuñadura de su espada - ¿Elsam? - Se puso en pie y parpadeó un par de veces, molesta por la fuerte luz del sol.

Si...inconfundiblemente era ella, dejó escapar una sonrisa a travez de un suspiro y avanzó hacia ella mirandola fijamente.

-Suu...no puedo creerlo.- Dijo en tono suave y terminó de acortar la distancia entre los dos, abrazandola de imprevisto, con fuerza pero suavemente al mismo tiempo. habian pasado unos buenos años desde que habia abandonado a su familia en busca de su propia fuerza, jamas creyó que veria de nuevo a su hermana a menos que regresase a su lugar de origen...pero ahora ella estaba allí, y por su vestimenta, podia adivinar que se habia convertido en una viajante y posiblemente en una guerrera tambien.

-Ha pasado tiempo...- Dijo suavemente mientras hundia un poco su rostro en el cabello de ella, sintiendo su perfume natural y esa escencia que tanto le gustaba y tantos recuerdos le traian...sin duda estaba contento de verla y se sentia aliviado...no sabia el alcance que habia tenido la guerra y varias veces se habia visto asaltado por cierto miedo hacia la seguridad de su familia, evidentemente aquel temor habia sido infundado.

-Que haces aqui?....por que te fuiste?-

Estrechó a su hermano pasando sus brazos por el cuello de él y se concentró en sentir todo su calor, su cariño, su olor - Elsam - Sollozó feliz, liberándose de aquella congoja que desde hacía mucho tiempo tenía sometido a su corazón - Me alegro tanto de verte... te eché muchísimo de menos... - Se separó un poco de él, solo para mirarle, y esbozó una bonita sonrisa; los dos se hacían preguntas al mismo tiempo, era gracioso - Quería ver más allá de todo lo que me mostró nuestra madre - Hizo una pausa - ¿Te acuerdas de las historias del anciano de la aldea? No son ni la mitad de excitantes que todo esto que nos rodea - Miró las montañas, todavía no las había visto cambiar - ¿Y tú? ¿Qué ha sido de ti? - Le interrogó tomándole una mano en señal de cariño y amistad.

Nuevamente sonrió respirando hondo, su sinceridad y su cariño le reconfortaban mas de lo que habria pensado, utilizando la mano que le habia quedado libre, la alzó para darle una suave palmada en la cabeza...evidentemente eran dignos hermanos, los dos con el mismo sentido de la aventura.

-Ya veo...parece que te enamoraste de las mismas historias que yo- Dijo con cierta alegria y apretó con delicadeza la mano de ella sin dejar de mirarla a los ojos, reconociendola tal y como harian dos lobos tras largo tiempo sin verse.

-Yo...he estado viajando desde el mismo momento en que me fui, he visto tanto....y han sucedido tantas cosas.- De haberle querido contar todo, no le hubiese alcanzado un solo dia para cubrir cada uno de los eventos anteriores, asi que eligió simplificar un poco el relato de sus aventuras.

-Recuerdas la leyenda de los 7 libros?....es tan real como suena, comence mi viaje buscando formar mi propia manada y lo logré...en el proceso aprendi acerca de los 7 libros, yo y otros tantos nos hemos hecho de algunos de ellos, yo poseo el libro de la tierra. Al parecer solo resta que consigamos uno más y quizas podamos poner fin a esta guerra.-

Explicó tratando de no sonar demasiado energico al respecto, y aun le restaba contarle lo mas importante. -Encontré en el bosque la fortaleza de nuestro primer lider, al parecer el destino a querido que sea yo quien le suceda como nuevo lider de los nuestros...- Se sonrojó un poco al decir aquello, aun no se acostumbraba a ese titulo tan alto que se le habia otorgado, pero algo de lo que debia aprender.

-Y ahora que has vuelto a mi....quisiera que te quedes, es muy peligroso alla afuera, quiero ser yo quien te proteja ahora, aunque pareces preparada, no quisiera que nada malo te suceda.- Explicó en un golpe subito de sinceridad...era su hermana...y sus palabras eran tan reales como se lo decian sus sentimientos.

Le sonrió cambiando un poco su cara de asombro y perplejidad por la historia que le había contado a una cara más humilde, más triste - No puedo quedarme a tu sombra - Se deshizo lentamente de su mano - Es lo que siempre he hecho desde niña, si he llegado hasta aquí no ha sido para nada, ha sido para vivir mi propia vida, y cuando ya lo haya visto todo en el mundo... quizás... solo quizás - Le miró a los ojos, contenta por encontrarle pero decepcionada por esas palabras - ¿Deberían interesarme esos libros? Nada es seguro, y mientras tanto yo haré mi vida, no todo puede ser felicidad o todo tristeza, si tengo que luchar... será para proteger lo que más quiero, pero... - Se quedó en silencio, bajó la mirada hasta contemplar las botas de su hermano.

Aquellas palabras fueron duras, mas duras que cualquier golpe que hubiese recibido antes...pero tenian razon, en sus ancias de mantener cerca y a salvo a los que apreciaba, a veces se olvidaba de que ellos tambien tenian sus propios objetivos y sueños. Cuando dejo ir su mano, sintió un frio incomodo, como si en ese momento se hubiesen alejado aun más que en la distancia inicial, realmente ella habia crecido y cambiado.

-Lo siento...creo que fui un poco egoista, entiendo que quieras ver el mundo y no puedo detenerte si es lo que deseas.-

Al igual que ella, bajó la mirada un poco y su mirada se volvio distante y un tanto amarga. Por supuesto que tenia que continuar con su vida...como podia ser de otra manera?...ella era toda una mujer y si permanecer junto a Elsam significaba volverse opacada por su sombra, entonces debia alentarla a continuar su camino.

-Al contrario, los libros no son nada interesantes...estan rodeados de peligro...y muerte...solo queria decirte que intentes alejarte de su llamado y de su poder, muchas vidas se han apagado en su busqueda. Me siento orgulloso de escucharte, tienes razon...pelear para proteger...es lo que e estado haciendo.-

El silencio de ella dejó un hueco enorme entre ambos, al parecer los dos se habian quedado sin palabras, le costaba creer que ella se hubiese considerado una sombra de él, sobre todo cuando todo lo que habia hecho, lo habia hecho para protegerla a ella y a su familia...quizas sus padres le habian tenido en estima por ser el unico hijo varon, pero el nunca sintió aquello como una ventaja o superioridad.

-Tienes pensado hacia donde ir?...- Preguntó a ultimo momento para romper el silencio entre los dos.

Se mordió el labio mientras le escuchaba hablar sobre aquellos libros. La alegró por otra parte que comprendiese como se sentía y que respetase lo que deseaba para ella misma, pero negó con la cabeza cuando le preguntó sobre hacia dónde se dirigiría ahora - Lo cierto es que no lo sé muy bien - Le volvió a mirar, ya no tenía sentido apartar la vista de él, no se sentía mal - Pensaba pasar la noche aquí y seguir avanzando en cuanto despuntase el alba, no tengo un rumbo fijo, solo quiero... ver muchas cosas, vivir - Recalcó - ¿Y tú? Supongo que como nuevo líder tendrás nuevas y duras responsabilidades, ahora tienes que cuidar de los tuyos - Sus palabras escondían algo de dolor, puede que se sintiera algo despechada, pues cuando él partió hacía años la dejó sola sin saber de él durante mucho tiempo, no entendía cómo podían interesarle más aquellas historias que su propia familia, no hasta el momento que ella hizo lo mismo, pero aún así... era mucho tiempo.

-pues....mi unica responsabilidad es ahora reunir a los mios, cada uno partió con rumbos diferentes y creo que lo minimo que puedo hacer es asegurarme de que regresen en una pieza.- Explicó en tono resignado, pues no era que le agotase la tarea...simplemente no estaba seguro de que era lo que se esperaba de un "lider", despues de todo, ni siquiera era capaz de retener a su hermana una vez que se habia reencontrado con ella.

-Ademas...no tienes que decirlo asi, tu tambien me perteneces de cierta forma...eres mi hermana, y aunque ya no seas una niña, cuidar de ti es algo que TENGO que hacer, sino es solo como hermano he de hacerlo tambien como hombre.- Esta vez agregó usando un tono de voz más firme y seguro, dejando reflejar un vivaz brillo rojizo en sus ojos, pues aquella era su mayor fortaleza, su conviccion y fuerza para seguir lo que le dictaba su corazon sin miedo a equivocarse.

Alzó la mirada al cielo, el cual ya comenzaba a tomar los bellos tonos oscuros del venidero anochecer, aunque las llanuras cambiantes eran un terreno que ya le era familiar, lo cierto es que no dejaba de ser menos peligroso. -Antes de continuar tu camino...al menos espero que me permitas quedarme esta noche, ya no hay lugar seguro para nadie en estas tierras...no lo consideres un acto de sobreproteccion...al alba seguiré mi camino para que no te sientas atada a mi, solo quiero asegurarme que pases la noche a salvo.-

Enarcó una ceja y posó una de sus manos sobre sus caderas - No te preocupes tanto por mi, he pasado muchas noches sola a la intemperie, sé cuidarme, tú mismo lo has dicho... ya no soy una niña - Abandonó su posición dándole la espalda, sonriente, aquella noche sería muy diferente a las anteriores, tenía tantas cosas que contarle...

Se agachó y abrió su mochila, sacando las alforjas llenas de comida y también un par de piedras idóneas por su forma para encender fuego - Por donde has venido... había unos cuantos árboles, creo que estaría bien encender un fuego por si a caso - Se puso en pie con las piedras en las manos, y volvió a mirar completamente a su hermano; cuánto había cambiado, no pudo reprimir una sonrisa, pero sus ganas de ver mundo y la independencia que quería tener no le permitían apegarse a él por mucho que lo quisiese, por eso tal vez su trato parecía algo lejano.

-Si deberiamos comenzar ahora antes de que el sol se ponga por completo.- Sugirió Elsam mientras volteaba sobre si mismo comenzando a caminar hacia un grupo de arboles para recoger algo de leña. Utilizando su espada, se aseguro de cortar las ramas que lucian viejas y desgastadas, con ellas el fuego encenderia rapidamente...

Tras uno cuantos minutos de recoleccion, regresó con una cantidad suficiente y preparó la pira para ser quemada...al ver la iniciativa de su hermana, optó por dejar que ella pasase a la accion y encendiese el fuego, más alla del encuentro, aquello le serviria para juzgar si realmente estaba tan preparada como ella misma clamaba. Mientras tanto, se mantuvo en pie y alzó su rostro al cielo, aspirando suavemente para intentar percibir alguna escencia sin tener suerte...afortunadamente aquella area estaba particularmente libre de algun peligro inmediato, podrian pasar una noche tranquila.

-Parece que aquí estaremos a salvo para pasar la noche...-

Se puso se rodillas ante la pira y frotó las piedras, haciendo que de ellas brotasen algunas chispas que terminaron por formar un buen fuego nada más contactar con la leña - Qué bien arde - Sonrió, el fuego iluminaba tenuemente su rostro; ya quedaba poco para el anochecer.

Alzó la vista y miró a su hermano, parecía distraído - ¿Qué piensas? No te preocupes tanto... creía que tú estarías más acostumbrado a todo esto... Nada malo pasará, nada podría estropearlo, estoy feliz - Sonriente, se llevó una mano al estómago en cuanto este rugió - Ui... creo que deberíamos comer algo, ¿tienes hambre? Seguro que sí - Un poco avergonzada, ya que casi no sabía ni como tratar a su hermano, se dirigió hacia las alforjas para ver qué podrían cenar aquella noche; ¿qué pensaría él de ella? Ella quería abrazarle y decirle lo mucho que le quería... pero no quería estar a su sombra, el amor no debía impedirle vivir su propia vida.

-Lo siento...la ultima vez que te vi eras mi pequeña Suu, verte ahora es un cambio tan grande...debes comprender que no es facil para mi...ante mis ojos siempre serás mi pequeña hermana, aun cuando se que has crecido y has madurado tanto, aunque se que te vales por ti misma...- Al decir aquello se sonrojó un poco, afortunadamente el brillo del fuego lograba ocultar el detalle, solo esperaba no sonar lo suficientemente cursi como para que ella se hechase a reir, como bien habia dicho, la ultima vez que la habia visto aun era una pequeña cachorra en la manada y aquella imagen era todo lo que habia guardado de ella...verla ahora tan cambiada significaba una gran confusion interna a la que intentaba adaptarse.

-Si...es un buen fuego, realmente te das maña.- Dijo cambiando de tema, asintiendo levemente mientras miraba la hipnotica danza de las llamas, en aquel instante habria querido darle una palmadita en la cabeza, o abrazarla y decirle cuanto la habia extrañado y pensado en ella...pero ambos habian crecido y cambiado, las cosas parecian ser un poco más complicadas que cuando eran simples niños.

-No lo estropearas...eres mi hermana, puedes cargarte al mundo entero- Dijo con una sonrisa confiada y sincera mientras se sentaba al lado de ella, inspeccionando la comida que extraia de las alforjas. -Cualquier cosa que comamos estará bien, sorprendeme- Volvió a decir con un humor un poco mas positivo, si aquella seria la ultima noche que pasarian juntos, al menos intentaria que fuese una noche para recordar.