En el Castillo de Nevan

Dejó que Ufer caminase a su son, no le gustaba mucho esta idea de adentrarse en el castillo por la cara, habían traspasado las puertas abiertas de par en par, Nevan estaría muy segura de lo que hacía, porque ya estaban en la placita del castillo.

-Valiente chiquillo...el venir cara a cara despreocupadamente y atravezar mis dominios...yo, Nevan, reina del hielo te doy la bienvenida...-

Una voz dulce y melodiosa resonó a lo largo de la plazoleta que convergia anterior a la entrada interior del castillo, aunque aquel muchacho lo ignorase, habia sido observado desde el momento en el que se habia acercado a los dominios de su majestad, pero por supuesto, ningun morador del castillo se habia lanzado a interceptar al joven. La actitud de aquel niño habia cautivado a su majestad, seria el primero en entrar a sus dominios sin la gelida expresion del terror o la duda...aquel chico era diferente, cargaba fuego en su corazon, y ese calor le molestaba demasiado.

Frente al joven, un manto de hielo azulado se elevó formando un bello muro congelado...a travez de él, emergió la figura de su majestad, fijando sus frias orbes en la figura de aquel chico. -Me intriga saber que es lo que te trae a este lugar...estoy segura que sabes donde te encuentras y que es lo que le sucede a aquellos desprevenidos que osan violar mi santuario...así que habla, que es lo que tu corazon desea?- Volvió a exclamar la mujer en un suave canturreo sin dejar de mirar a aquel joven de manera inquisitiva.

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Observó que la riena Nevan rodeada de su poderío helado se hacía presente. Humildemente bajó la cabeza, no miraría a aquella mujar a los ojos.

- ¿Eres tú aquella que según la leyenda cuenta, protege al desdichado niño Enol, amigo del agua?- preguntó satisfaciendo la curiosidad de la mujer

Al parecer Nevan solo se había dirigido a él, esperaba que Aleanor no digese nada, tenía un mal presentimiento, sería mejor que Nevan solo le mirase a él.

La mujer realizó un gesto de insatisfaccion cuando el joven preguntó por el nombre perdido de aquel muchacho, pero a la vez dibujó una sonrisa divertida al notarlo un poco nervioso...quizas habia pensado que no se habia percatado de la presencia de aquella bella jovencita que viajaba tras el y hasta ahora se habia mantenido en silencio.

-Que sucede?...por que de repente te has incomodado?...ah...ya veo....tienes miedo de que te quite a tu bella princesa no es verdad?- La mujer ladeó la cabeza en un gesto tierno pero frio a la vez, aun su más sincera sonrisa parecia esconder la más oscura de las intenciones.

Fijó sus brillantes ojos en la niña trás Andrev y curiosamente realizó una leve reverencia. -Bienvenida a mi reinado, hija del sol.- pronunció elegantemente mientras regresaba a su posicion inicial, juntando ambas manos al frente de su regazo y volvia a prestar atencion al pequeño caballero. -Que es lo que buscas con mi protegido?...-

Se mordió la lengua enfadado, al parecer sí que se había dado cuenta de la presencia de Aleanor, pero a pesar de ello no permitiría que sufriese ningún daño. Pero ante todo tendría que calmarse. Continuando con la mirada gacha contestó lo más humildemente posible.

- Cuando por casualidad leímos su historia, conmovidos quisimos venir a ayudarle, pretendemos que nunca más sea infeliz- calló durante un rato- aquel que se perdió en lo profundo de las aguas, helándolo todo.

Cuando se habían adentrado en la plaza del castillo, a pesar de parecer vacía, era consciente de que Nevan era poderosa.
Ella había aparecido tan elegante como su fama parecía precederle, tan y como había dicho Andrev.
Desde el principió notó a su amigo intranquilo, no sabría muchas cosas, pero al estar sentada tras él podía
notar todos sus músculos tensos. Estaba preocupado, pero no entendía muy bien la causa.

Cuando Nevan apareció y habló con aquella voz tan curiosa se apretujó en su capa blanca, se preguntaba como aquella mujer podría ser tan...mágica.
A pesar de que Andrev bajaba la mirada, ella al contrario, no dejaba de observar a aquella misteriosa mujer.
Escuchando atentamente la conversación, se vio involucrada por unos instantes, Nevan la había saludado llamándola hija del sol,
aunque no había entendido muy bien la causa, sabía que se refería a ella.
Respetuosa del mismo modo que aquella Reina la había saludado, inclinó su cabeza llevándose la mano al corazón, no dijo nada,
pues no sabía qué decir, esperando que la reina entendiese su humilde saludo.

Más tarde Andrev había hablado por los dos expresando más que nada, las intenciones que tenía ella, Andrev solo la había seguido hasta aquel lugar
por los deseos que tenía ella de ayudar a Enol, él no quería meterse en líos, la verdad es que él estaba allí por su culpa, si Andrev sufría, ella sufriría
todavía más, porque todo sería por su culpa.

-Historias son lo que son...historias, no hay ninguna razon por la que necesitemos ayuda del exterior...EL, no es infeliz, está donde siempre ha deseado estar...sepultado en una tumba de hielo sirviendo de soporte a este magnifico imperio...cuando acudió a mi, no tenia deseos de continuar viviendo, yo le dí un nuevo proposito a su vida...y a su cuerpo.-

Al decir aquella ultima palabra, su sonrisa se hiso más pronunciada y por un segundo la temperatura pareció descender aun más, calando hondo en los cuerpos de ambos jovenes.
Nevan, sin perder ni por un instante su porte y elegancia, llevó un dedo a su menton en un gesto entre pensativo y divertido...la amabilidad del joven era tan curiosa como inesperada...y se preguntó que es lo que guardaba tras ella.

-Como es que sabes de Enol?....y por que deseas ayudarle?....acaso es alguien importante para ti?...o para ella?...- Remarcó una vez más hablando en tono alto y conciso, a la vez que una rafaga de viento atravezaba el jardin, sonando a oidos de los presentes como un grito...o un agonico llanto perdido en el tiempo.

Miró horrorizada a Nevan, sus palabras encerraban un secreto que había conseguido leer entre líneas.
Nevan no les permitiría ver a Enol, porque algo le habría hecho.
Pobre Enol, todo lo que tenía se lo había llevado la muerte
y no sabiendo lo valiosa que es la vida se dejó caer en las manos de la reina del hielo.

Con tristeza apartó la mirada bajándola hacia el suelo, se tensó cuando notó que el frío descendía
Nevan no les dejaría salir de allí, más bien les convertiría en algo parecido a Enol.

Notó la tensión de Aleanor, ella nunca estaba tensa, siempre estaba alegre, que Aleanor sintiese tristeza quería decir que Nevan había insinuado que Enol no estaba bien.
''Aleanor, sé fuerte' 'pensó.

- Por tus palabras entiendo que la historia que leímos es distinta de lo que se describe- dijo amablemente

Nevan no conseguiría su propósito, tenía tanta paciencia que ni aunque le dijesen mil barbaridades no se inmutaría; tantos siglos de espera encerrado en un cristal era una lección que es difícil de recibir.
Cerró los ojos y los apretó fuertemente cuando se decidió a preguntar, posiblemente, la respuesta, sería muy dolorosa para Aleanor.

- Dices que Enol vino a ti sin ganas de vivir, y que le diste un nuevo propósito a su vida y cuerpo- dijo lentamente- ¿Qué le has hecho a Enol? dinos, por favor.

-Que acaso no fue claro pequeños?...congelé su cuerpo en un pilar de hielo, un pilar que sostiene parte de esta magnifica estructura...su vida no tenia sentido, su alma estaba destruida y la llama de su existencia estaba extinta, yo tomé su cuerpo y su voluntad transformandolo en algo eterno, en algo perfecto...-

Neval alzó sus brazos en un gesto hacia su castillo y su sonrisa se mostró más amplia y victoriosa que nunca, sintiendose triunfante y más que satisfecha con su obra.

-Ya he respondido a sus pregunta...ahora es turno de ustedes...como es que conocen a mi dulce Enol?, que significa él para ustedes?...- Preguntó mientras sus ojos se iluminaban y su expresion ganaba más seriedad y rectitud, dandole un aspecto solemne y digno de temer.

Frunció el ceño al escuchar las palabras de Nevan, ¿Había convertido a Enol en un castillo? De todas formas, Nevan había vuelto a preguntar, parecía seria debía contestar.

- Nosotros supimos de Enol en una historia relatada en un libro- contestó- y al saber de su problema quisimos ayudarle, mostrarle que la vida es dura, pero que siempre hay alguien en quién apoyarse

Qué mala había sido Nevan con Enol, tan solo era un niño que no
había conocido la vida como tendría que haberla conocido, Enol era la encarnación
del sufrimiento y Nevan se había aprovechado de su alma rota,
no la había arreglado y la había convertido en hielo, en un objeto
del que poder servirse para sus beneficios.

Nevan se consolaba diciendo que lo había convertido en algo perfecto,
no obstante, no lo era. Es hermosa la imperfección,
porque en ella encontramos el consuelo de mejorar, en cambio, lo perfecto
nunca jamás se podrá superar a sí mismo, porque ya ha alcanzado su magnitud
y la imperfección ganará a la perfección, la que se propuso mejorar.

Pobre Nevan, encerrada en un castillo helado, había congelado su corazón,
poco a poco se había endurecido, se había olvidado de lo que era el amor.
Había convertido a Enol en un pilar helado, en el soporte de un imperio magnífico,
pero sin el calor de la amistad. Seguramente, cuando congeló a Enol para la eternidad
le quitó su mayor tesoro, a su mejor amigo convertido en libro de agua; Nevan
había usado a Enol, le había convertido en algo horrible, en un objeto.

Con tristeza un lágrima se desprendió de uno de sus ojos, estaba triste, Nevan estaba sola
y había hecho algo terrible, la diminuta lágrima se deslizó elegante y solitaria por su mejilla,
descendió hasta alcanzar el mentón, desde allí, tras un tiempo se precipitó hacia el suelo helado,
cerca de una de las patas de Ufer.
Ojalá Nevan encontrase pronto el calor del amor que descongelase su helado corazón.

Nevan y Enol, en el fondo, eran iguales. Permaneció silenciosa por la tristeza
Donde calló la lágrima, una pequeña onda descongeló los alrededores donde se encontraba Ufer.

Lo que parecía imposible se hizo posible, unas pequeñas gotas chocaron contra su cabeza, la alzó hacia el cielo impresionado. Con melancolía el cielo desprendió sus lágrimas sobre el castillo. Había comenzado a llover sobre los dominios helados. Tenía tanto frío, que aquel contacto del agua con su piel era caluroso. Nunca había visto lluvia en los dominios de Nevan, esa era la primera vez.

-No puede ser....lluvia....- Expresó con una apagada sorpresa la reina de hielo mientras alzaba su mano interceptando alguna de las gotas que caian, éstas, al tocar su mano se convertian en pequeños dejos helados los cuales caian al piso.
-Esto no podria ser obra de nadie más que de los descendientes del sol...- Los frios ojos de su majestad se posaron en Aleanor dibujando un rencor totalmente oculto bajo su mascara de perfecta calma y armonia. -No dejaré que tu linaje me quite el imperio que tanto trabajo me costó construir, no se llevaran a mi pequeño tesoro...eso es INACEPTABLE!-

Levantó la voz a tono de orden y su sonido hiso eco a lo largo de la estructura, mientras que extendia sus brazos hacia los costados y una potente onda de energia salia despedida de su cuerpo. De inmediato, densas nubes cubrieron el cielo y las gotas que caian se convirtieron de inmediato en puros copos de nieve que dibujaron en un bello blanco aquel paraje inhospito y congelado.

-Marchense ahora mismo antes de que los vuelva parte de mi castillo!...- Ordenó con un tono de voz más elevado el cual sonó aterrador a oidos de los dos jovenes, aquel misterioso acto habia inquietado a Nevan, era sabido que nadie podia escapar de aquel castillo, pero al parecer la reina de hielo no deseaba convertir a ellos dós en parte de aquella antigua estructura...algo en ellos le provocaba repulsion.

Se enjuagó los ojos decidida, bajó de Ufer con un pequeño salto,
tocando con los pies en el helado suelo.
Miró a la Reina, no entendía su enfado,
ni las miradas de odio pero por primera vez habló.

- Devuelve lo que no es tuyo,
devuelve el libro que le quitaste a Enol y todas las vidas que has helado-
miró a Nevan decidida- ¡Devuélveme a Enol!

-Libro?...mhahaha!!....te refieres a los artefactos de la leyenda?, lo lamento pero yo no lo poseo...de hacerlo ya habria sumergido el continente entero en el mar antes de convertirlo en una magnifica tierra helada...El pequeño Enol dijo algo acerca de abandonar un libro en una tumba azul para nunca más ser encontrado.-

Reveló su majestad mientras lentamente desabrochaba una fina tunica que portaba, revelando bajo ella una armadura sencilla. Llevó una de sus manos al costado de su cadera y un bloque de hielo comenzó a emerger del terreno bajo ella hasta tocar su mano, al hacerlo, el bloque se derritió y una gran espada pesada fue todo lo que quedó...a pesar de su tamaño, a Nevan no le costó en lo mas minimo alzarla.

-Tu y los tuyos...siempre demandantes, reclamando y tomando todo lo que cruza sus ojos...pero esa epoca ha terminado pequeña, defenderé mi reino con uñas y dientes...Enol permanecerá aquí conmigo por toda la eternidad y no me lo quitaras!!-

La reina de hielo se mantuvo inmobil en esa posicion, sin expresar deseos de atacar, mas solo haciendo aquella demostracion como una muestra del peligro al que los pequeños se exponian...dependeria de ellos si decidian luchar por recuperar al muchacho y correr el riesgo de ser convertidos en parte del castillo en el proceso.


Nevan, emperatriz de hielo
Nivel 5
HP=500
A1:80 daños (glacial dance) un ataque letal con su espada pesada capaz de provocar graves heridas.
A2:60 daños (Frigid Damsel) Nevan invoca fantasmales damicelas de hielo que atacan con navajas congeladas a sus oponentes.
Limite: (Icicle disaster) Un masivo bloque de hielo envuelve a sus enemigos provocando 100 daños a ambos, si tiene exito, congela por dos turnos al rival evitando cualquier accion ofensiva.

Miró a Nevan, por lo menos el libro estaba a salvo, o eso esperaba. A pesar de la impresionante apariencia de Nevan, no podía echarse atrás, no sabía que era a lo que se refería con los suyos y ella, tampoco entendía el que dijese que se estaba encaprichando. Le dolía ver que Nevan la acusaba de esa forma, no pretendía quitarle nada, solo quería recuperar lo que no le pertenecía.

Con las manos en jarra la miró desde su posición.

- No puedes defender lo que no te pertenece- dijo calmadamente- haré lo que haga falta para que devuelvas lo que has quitado - miró a Nevan con tristeza- No lucho por mí, lucho porque comprendas que lo que haces no está bien- le dolía tanto decir aquellas palabras que casi se le partía el corazón y el alma.

Sorprendido admiró a Aleanor, se había lanzado a una muerte segura, la emperatriz de hielo era muy fuerte. Cerró duramente las manos en puños y los apretó, Aleanor era demasiado buena, en aquel mundo ennegrecido se había despertado una pequeña chispa de luz que desesperada se esforzaba por agrandarse para ayudar con su luz.

Se bajó de Ufer y le dio unas pequeñas palmaditas, su fiel amigo lo entendió perfectamente y salió del castillo apenado al galope. Le observó marcharse, quizás sería la última vez que le veía. Se giró y se encaró hacia Nevan, caminó al lado de Aleanor. Pasase lo que pasase, Aleanor no caería en las manos de Nevan.

- Yo ya he muerto una vez, la segunda no será tan dolorosa- dijo mientras sonreía irónicamente

Sacando fuerzas de su interior invocó a su sombra que se alzó a sus espaldas expectante, tan brillante y cristalina como era siempre. Era todo o nada. Su sombra también lo había comprendido desde el primer momento, era la hora de la verdad.

-No he obtenido nada que no se me haya entregado por propia voluntad...entiendelo, hija del sol...ese joven me entregó su existencia y la retendré aunque tenga que extinguir este pequeño sol...ninguna extranjera me lo quitara, él es para mí, para siempre, no entregaré a mi amado Enol.-

Dijo su majestad ahora entre dientes, ya habia perdido su imagen serena y se encontraba profundamente molesta y dolida por lo acontecido...hasta la fecha habia residido tranquila en su castillo, admirando eventualmente a aquel que habia entregado su cuerpo para mantener al castillo...y al joven del que secreta y lentamente se habia enamorado a travez de los años...él no habia crecido, su cuerpo habia detenido su desarrollo en su tumba de hielo, y aunque el paso del tiempo sí habia cambiado un poco la apariencia de aquella niña que habia sido nombrada reina de aquel castillo y la cual se habia transformado en toda una mujer, sus sentimientos seguian firmes, aun a lo largo de la eternidad.

-No me lo quitaras...eso puedo jurartelo niña, no me resignaré a perderlo....- La temperatura bajó al extremo soportable por los humanos, la ira de su majestad comenzaba a hacerse presente como la calma previa a la mas violenta de las tormentas, sú corazon, ahora furioso como un tornado, latia con cierto temor ante la chance de perder lo que más anhelaba por manos de aquellos dos viajeros.
Miró al joven el cual habia invocado aquella sombra, sin duda no habria otra solucion para aquello, su majestad deberia defender lo suyo con toda su voluntad...sin dudarlo, levantó su espada colocandose en posicion de batalla y en un movimiento vertiginosamente rapido, se lanzó sobre Andrev buscando darle un violento corte con su espada pesada.

A1:80 daños (glacial dance) (4 usos restantes)

Los turnos de batalla serán los siguientes: Nevan, luego Aleanor y por ultimo Andrev

El miembro 'Neo-Admin' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado de ataque' :

Nevan parecía estar muy resentida por las palabras de Aleanor, a veces las cosas no eran lo que parecían. Quizás Nevan no era tan mala, de todos modos una cosa era cierta, nunca dejaba escapar a las personas que se adentraban en el castillo, eso no era correcto.

Como una flecha Nevan se lanzó en su dirección, con un salto intentó esquivar el golpe.

- Aleanor no es un pequeño sol que se pueda extinguir- recriminó a Nevan

Off: yo ahora me defiendo, pero le toca a atacar a Aleanor, ¿no?

El miembro 'Andrev' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado de defensa' :

Sorprendida se apartó al escuchar un estrepitoso ruido a su izquierda, no había visto atacar a Nevan ¿Era tan rápida como para no dejarse ver cuando atacaba? Se sentía mal en su interior, no quería atacar a la emperatriz, pero si no lo hacía Andrev, que luchaba por ella, sufriría.

Corrió todo lo rápido que pudo, saltó sobre la sombra de Andrev y tomó prestado unos cuantos cristales, nuevamente saltó por los cielos disparando dos cristales en la dirección de Nevan.

A1: 60 daño/ (4 usos restantes)

El miembro 'Aleanor' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado de ataque' :

Sonrió cuando Aleanor cogió prestados los cristales, a su sombra le crecieron unos en el lugar donde los había quitado. Aprovechó que Nevan estaba siendo atacada por Aleanor, de un largo salto se distanció, desde el aire una lluvia de cristales provenientes de su sombra se dirigió hacia la emperatriz.

A1: 60 daño- lluvia de cristal/ (4 usos restantes)

Off: sorry los cambios, todavía me confundo con los A1 y A2... T T