En el Castillo de Nevan

HP=110

Los meteoritos cayeron pesadamente contra la tierra helada, un impacto directo habria significado el final para todo...por lo que Nevan se rodeó por una densa cupula de hielo que bloqueó el primer y más duro impacto, mas siendole imposible evitar el daño residual lo que supuso un fuerte impacto para la resistencia fisica de su majestad quien se mantenia en pie como podia.

-Tu no puedes juzgarme por haber resguardado lo que más queria...que es lo que sabe un pequeño mortal sobre Enol!?...solo lo que has oido en los libros, pero estas lejos de saber la verdad, y sin esa verdad te atreves a intentar condenarme sin saber nada!.-

Lejos de concentrar su atencion en Andrev, continuó con su mirada fija en Aleanor...posiblemente la unica quien podria llegar a tener un leve atisbo de la verdad que se escondia detras de las leyendas.

-Que es lo que saben un par de niños sobre el amor?, que es lo que saben ustedes de intentar preservar una vida que se escapa de sus manos!...ustedes niños no deberian aventurarse en el mundo de los adultos!-

Con cierta indignacion, su majestad volvió a enterrar su espada en la prision de hielo con una fuerza aun mayor...ahora estaba convencida de querer enseñarle a ese niño lo que significaba proteger una vida o perderla entre sus dos manos y deberia ser Aleanor la que pagase el precio de aquella enseñanza.

A1= 80 daños (glacial dance) -final-

El miembro 'Neo-Admin' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado de ataque' :

La espada finalizó lo que anteriormente había intentado con su anterior ataque.
Un pequeño hilo de sangre se escurrió por el corte por donde había atravesado la espada de la emperatriz, descendió poco a poco por el cristal, como una lágrima cerca de muerte que no desprendería ante Nevan ni Andrev por uno de sus ojos.

Por encima de todo, luchó por no caer en aquel dulce sueño, tenía que ayudar a Andrev, por su culpa todo estaba como estaba.

- No tienes ni idea de lo que haces- dijo aparentemente sereno- si Aleanor decide no ser mi amiga lo aceptaré tristemente, pero está en ella la decisión, tú a Enol no le dejas ni hablar

Miró entristecido a Aleanor, siempre estaba cargando con los males de los demás. Estiró el brazo hacia la emperatriz, una onda se precipitó hacia ella.

A1: 60 daño-terremoto del cielo/ (1 uso restante)

El miembro 'Andrev' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado de ataque' :

HP=50

El ataque de Andrev la dejó al limite de sus fuerzas, por las palabras del chico, era más que evidente que no lograba entender nada.
Cayó de rodillas respirando con dificultad...dolida por los embates de la batalla y lo triste de la situacion.

Levantó la cabeza hacia Andrev, mirandolo con resignacion, no queria hacer lo que estaba por hacer...pero quizas esa seria la unica forma en la que ambos lograsen entenderla. Movió una mano y la prision de Aleanor se derritió dejandola en libertad.

-No le dejo hablar?...como osas juzgarme sin siquiera tener una idea!...quieres escuchar lo que tiene que decir?....entonces te permitiré que lo veas-

Los ojos de Nevan brillaron furiosamente y el hielo bajo ellos comenzó a temblar y quebrarse, poco a poco, un enorme cristal rodeado por cadenas emergió a un lado de Nevan...la figura desmejorada de un joven era todo lo que podia verse a travez del denso hielo, aunque su cuerpo se veia en mal estado, su piel grisacea como ceniza y debil...como si pendiese de su cuerpo por la mera accion del hielo.



-Hablale!!...intenta que diga algo!, intenta hacer algo que yo no haya hecho antes!...ahora lo entiendes?...el estaba enfermo, llegó a mí casi muerto...intenté cuidar de él pero nada podia hacerse, si este hielo se rompe...si mi existencia termina, no quedará esperanza para él...su cuerpo se reducirá a la nada...al menos así, siempre me queda algo de esperanza, de algun dia encontrar una cura para su enfermedad...pero ustedes!...vienen a irrumpir mi paz sin el mas mero atisbo de la realidad.-

Nevan apretó un fragmento de nieve entre sus dedos, mientras la otra mano tocaba la tumba de cristal lentamente...no queria verle así, cada vez que lo hacia le recordaba lo miserable que era y la impotencia de no poder hacer nada para remediar su estado...y devolverle la vida a ese chico que tanto adoraba.

Desde hacía un buen rato desde que había comenzado la pelea, los susurros se habían hecho cada vez más intensos, cuando apareció el cristal uno de ellos hablaba con mayor intensidad. Caminó lentamente, lo que le permitía el cuerpo, hacia el cristal. Miró a Nevan entristecida, ciertamente Enol moriría si no residía dentro del cristal. No tenía palabras, porque no existían, Nevan tenía parte de razón, pero no toda.

Lentamente extendió el brazo, el susurró incrementó, cerró los ojos, le estallaba la cabeza, posó las yemas de los dedos sobre el cristal. Una luz dorada asomó por ellos. El cuerpo de Enol comenzó a brillar cada vez más hasta que el brillo se hizo insoportable, durante un rato permaneció así, después el brillo desapareció tan lentamente como había aparecido.

2) Descubierto Límite: Esencia de agua; se trata de un límite defensivo-curativo. Regenera +100HP si la tirada de defensa es exitosa. En la activación del límite, se designa un portador, éste recibirá un escudo o aura que durante tres turnos de ataque (es decir, si es contra dos enemigos, atacan y defienden todos = 1 turno) absorberá todo el daño y transformará la mitad en hp. Cura cualquier enfermedad, padecimiento, es decir, lo cura todo.

El miembro 'Aleanor' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado de accion' :

Estupefacto admiró la escena, por un largo instante Aleanor y Enol habían parecido un sol, un sol de luz cálida, suave y ligera. Con ella, parecía que ambos se unían formando una brillante estrella que todo lo iluminaba.

En cierto momento tanta luminosidad se hizo insoportable para los ojos, tanta luz no podía ser asimilada por unos ojos normales como los suyos, los ojos le lloraban por el esfuerzo, insatisfecho cerró los ojos, a pesar de su intento de observarlo todo.

Aunque no podía ver nada, el tacto de la luz se hacía cada vez más intenso, parecía paz, el cielo. Se sintió vacío cuando aquella indescriptible calidez desapareció con el tiempo. Nunca había visto nada igual, se sentía perturbado, mudo e indefenso. Al abrir los ojos, se limitó a admirar el resultado, con pocos matices, puesto que la luz le había dejado medianamente ciego hasta que sus ojos se acostumbrasen a la luz normal del lugar.
Las dudas surgían constantemente, ¿Quién era Aleanor? ¿Era proveniente de éste mundo o algo más?

-Ah!?....ENOL!!- La reina de hielo gritó casi con desesperacion mientras corria hacia la luz, permitiendose escuchar en el aire al rededor como el cristal se quebraba en un sonoro rugido terminando en una fuerte explosion de diamantes que pareció hacer brillar el cielo bajo las particulas de los cristales.

Cuando la luz se disipó, el cuerpo de Enol se encontraba inmobil en el centro, pero extrañamente estaba de pie. Sus ojos abiertos denotaban cierta incredulidad y confusion...cuanto tiempo habia pasado desde que habia sido confinado a aquella tumba de hielo?...su cuerpo se sentia liviano, el dolor habia desaparecido y se sentia más fuerte que nunca.

Una voz familiar le hiso levantar la mirada justo a tiempo para observar como Nevan lo tomaba entre sus brazos en un intenso abrazo...la reina habia abandonado toda fortaleza y se habia entregado a lo que le dictaba su corazon, sosteniendolo en aquel abrazo, Nevan no pudo hacer más que llorar sin ser capaz de expresar palabra aguna.

-N...Neva...n?- Preguntó con dificultad Enol mientras instintivamente levantaba los brazos y la abrazaba tambien, el modo en que la recordaba por ultima vez habia desaparecido...ella no era más una niña, habia crecido incluso mucho más que el, pero aquella seguia siendo su dulce escencia, y el calor de su cuerpo seguia siendole tan familiar como siempre.

De modo protector, Nevan extendió una mano y tomó el abrigo que habia caido olvidado en el momento previo a la batalla, con el cubrió el cuerpo de Enol para protegerlo del frio y una vez más volvió a abrazarlo. -Estas bien?...pero como?.....será posible que...ella...- Los ojos vidriosos de Nevan se posaron en Aleanor, esta vez ya completamente carentes de hostilidad, en su lugar, una expresion de profundo agradecimiento se habia dibujado en su mirada.

-Gracias...no se lo que has hecho...pero lo has salvado...- Dijo claramente sosteniendo la mirada en el pequeño cuerpo de ella. -Lo siento mucho...lamento haberte hecho daño...yo estaba....ciega.- Enol por su parte tambien fijó su mirada agradecida en Aleanor y asintió suavemente mostrando una sonrisa. -Gracias...-

Tras aquel fogonazo se sintió fuera de lugar por unos instantes, las voces habían cesado junto con el dolor de cabeza, se sintió aliviada, pero aún más alegre al observar a Nevan tan feliz junto a Enol. Ciertamente Nevan había recuperado su corazón y Enol su cuerpo.

- Entonces ya nunca más esclavizarás a nadie ¿verdad? ahora junto a Enol ¿Reinarás con justicia?- preguntó segura con una ancha sonrisa en su cara

Estaba plenamente segura de que Nevan había cambiado, junto a Enol serían felices eternamente, algo en su interior se lo indicaba.

Nevan se dedico un momento a calmarse y enjugar sus lagrimas mientras miraba a Aleanor y escuchaba sus palabras mostrando una sonrisa llena de paz.

-Si...nunca pretendi hacerle daño a nadie, solo queria encontrar una forma de salvarle...pero ahora que estamos juntos de nuevo, este castillo puede renacer y brillar una vez más...-

El cielo comenzó a abrirse poco a poco, dejando que unos suaves rayos de luz se filtrasen sobre el frio terreno, trayendo un agradable calor que parecia haber sido olvidado por los residentes de la tierra helada.

Pero nadie pudo preveer lo que ocurrio en una fraccion de segundo...una que parecio un tiempo eterno. Nevan escuchó el claro silbido del viento cortandose por la velocidad y solo hiso a tiempo para aferrar a Enol por los hombros y hacerlo a un lado. La pesada hoja de una enorme espada perforó el cielo a una velocidad incalculable y se incrustó en el pecho de nevan ante la increula mirada de todos los allí presentes.



El objeto pesado atravezó a la reina del hielo y la fuerza del mismo la arrastró hasta encontrar el final del recorrido contra la fria nieve, dejando a su majestad semi sentada y con una herida mortal en su cuerpo.



Casi con la misma velocidad con la que habia ocurrido aquello, una gran sombra descendió sobre los niños y arrancó de su vista a Enol, quien ahora yacia inconsciente por la violencia de un musculoso e inhumano brazo que aferraba por el cuello al recien recuperado Enol, La figura del demonio se dejó ver al mantenerse estatico un momento, permitiendoles observar la magnitud del ser que se presentaba ante ambos. Un caballo infernal con una pesada armadura servia de montura a un demonio con una apariencia similar a un guerrero, el cual portaba una espada de las mismas dimensiones que la que habia derribado a Nevan...el demonio sonrió levemente y el caballo dejó escapar una fuerte exalacion, abriendo sus intensos ojos rojos los cuales se posaron en los niños.



-Jeh!...en el blanco y al primer lanzamiento, parece que su majestad ya no era tan habil como en los viejos tiempos...lo siento Nevan, pero ya no nos eres de utilidad...me llevaré la llave que tan celosamente guardaste por nosotros...- Aquel demonio colocó al niño inconsciente en la parte trasera del caballo y miró en silencio a Aleanor, a su compañero y al cuerpo inerte de su majestad.

-Bien hecho chiquilla...jamas habriamos obtenido la llave de no ser por ti...tu le liberaste, deberé de agradecerte de parte de mi amo.- El demonio mostró una fria y diabolica sonrisa y tiró las riendas de su extraño corcel, el cual se alzó sobre sus patas traseras bajo un ensordecedor relincho.

-creo que te dejaré vivir...a ti y a tu amigo, será la mejor forma de agradecerte por tu ayuda...ahora si me disculpan, tenemos mucho que preparar...-

El demonio giró al corcel guiandolo y con la misma velocidad con la que apareció, comenzó un feroz galope hasta ser tragado junto a Enol por un vortice negro, dejando el area nuevamente sumida en el más absoluto silencio...solo la corta y debil respiracion de Nevan era todo lo que podia escucharse. La herida que habia recibido sin duda era letal, sus ojos, ahora vidriosos una vez más, solo derramaban una fina linea plateada en una lagrima de tristeza e impotencia, su cuerpo se mantenia solo con vida por la presion que ejercia la hoja de la espada.

-E....Enol...des...pues de tanto....pude verte de nuevo....me siento....feliz...- Murmuró su majestad mientras un hilo de sangre se escapó por la comisura de sus labios. -No puedo....creerlo.....siento......tanto...........frio.-

Corrió sobrecogida hacia Nevan y acurrucó la cabeza de la emperatriz sobre sus brazos.
Qué había pasado, toda la felicidad se había esfumado, se había convertido en cenizas y ya no quedaba nada, no había vida, no había paz.

Desesperada intentó curar las heridas, habría algo que pudiese hacer para remediar aquel error, no entendía nada, pero evidentemente todo había sido por su culpa.

En primer lugar, si no hubiese sido tan atrevida no habría causado tantos daños a Nevan, segundamente, si no hubiese leído ese libro no habrían molestado a Nevan, si no hubiese ido a aquel castillo y no se hubiese encontrado a Athrun nada habría pasado, si no se hubiese despertado rodeada de cenizas...¿Por qué diablos no había muerto en aquello que había sucedido y de lo que no se acordaba? ¿Por qué no recordaba nada?

Sus felinos ojos amarillentos, comenzaron a derramar lágrimas de impotencia que viajaron lentamente por su blanquina tez.


- Tú no puedes morir Nevan- dijo entre sollozos- vamos a salvar juntas a Enol, ya verás, te lo prometo, vamos, venga, no te preocupes, verás como te recuperas pronto, a que si

Las lagrimas comenzaron a gotear sobre el traje de Nevan juntándose lentamente con la sangre que no paraba de escurrir de la mortal herida.

- Nevan, dime, que quería decir aquel señor refiriéndose a Enol como una llave, seguro que se confunde, Enol solo es un niño, tú no le harías eso, a que si, dime que no le harías eso- preguntó a la emperatriz segura de que aquello era un mal entendido.

Nevan a pesar de ser tan dura en el pasado era una gran persona y no habría sido capaz de hacerle nada tan duro a nadie, y menos a Enol, estaba segura, Nevan era tan buena como un recién nacido, lo que había pasado es que no lo quiso mostrar en el pasado, pero Nevan no le haría eso a Enol...¿verdad?

Respirando agitada y con dificultad, las fuerzas de Nevan estaban llegando al limite y no era capaz de levantar la mirada para contemplar a Aleanor. Tomó una dificultosa bocanada de aire antes de toser un poco de sangre y se limitó a hablar, la pequeña hija del sol tenia derecho a saber que estaba dirigiendose hacia un remolino de caos.

-Yo...no puedo hacer nada más...es por eso, que solo puedo....pedirte a ti que salves mi Enol...habia algo más...detras de su enfermedad....una razon más....por la que....le guardaba tan....celosamente.- Habló con mucha dificultad, alzando su mano temblorosa para aferrar la de Aleanor, frotandola suavemente en un gesto casi maternal.

-El...es como tu....le llamaban....Gemelo del Ocaso....dijeron....que el era una llave...una llave que....debia permanecer oculta....para mantener la armonia del mundo y "la puerta" cerrada.- Un gemido ahogado escapó de sus labios y su cuerpo se estremeció de dolor, mientras su mano aferró aun más fuerte la de Aleanor....necesitaba más fuerza, debia decirselo todo, antes de que la luz se apagase.

-El era...el enviado de la luna.....y tu eres....la hija del sol.....la otra llave....la otra Gemela...yo solo...queria cuidarlo....tenerlo conmigo....protegerle....y....al mundo....- Suspiró pesadamente y su cuerpo se relajó lentamente, la hora estaba llegando para ella. -Debes salvarlo....encontrarlo.....los demonios....le necesitan para traer el caos a esta tierra...ya le han atrapado....pronto vendran....por ti tambien....prometeme....que le salvaras....que nos salvaras....a todos....-

Su cabeza se deslizó lentamente hacia un costado mientras sus ojos comenzaban a cerrarse lentamente, unas ultimas lagrimas recorrieron el rabillo de sus ojos y una pequeña sonrisa se hiso presente. -El....tu.....son.....más que.....unos niños....quisiera poder....haberte....conocido mejor....con él.....juntos.....los tres.........lo siento....te...lo....encargo....por favor.....- Y entonces ya no expresó palabra alguna, la presion en la mano de Aleanor cedió ya carente de toda fuerza y una fuerte ventisca se levantó, aullando hacia el cielo como un profundo lamento de la tierra.

Lentamente la mano de Nevan se precipitó hacia el frio suelo.

- ¡NO!- gritó histérica- ¡Tú no vas a morir!- dijo mientras sujetaba la cabeza de la fallecida- ¡Abre los ojos Nevan!- dijo mientras esperaba que lo hiciese.

Dejó caer cansada su cabeza sobre el regazo de la emperatriz, y lloró, lloró como nunca lo había hecho, jamás se había sentido tan mal.

- Te prometo que juntas liberaremos a Enol- susurró apoyada en su regazo, se apartó las lágrimas de los ojos, se incorporó y de rodillas sobre el cuerpo maltrecho observó su dulce sonrisa- es una promesa- dijo mientras posaba su mano sobre la de la emperatriz- le volverás a ver, porque todavía no has muerto- dijo mientras observaba como su cuerpo se convertía en pequeños copos de nieve, que ascendieron entre pequeños giros hacia el cielo.

Todo había sucedido demasiado rápido, Enol y Nevan abrazándose, y tan pronto como se reencontraron Nevan había sido atravesada por la espada de aquel diablo que se había llevado a Enol.

No tenía palabras para consolar a Aleanor. Miró hacia el suelo taciturno. Miró a Nevan desesperado al escuchar sus últimas palabras, jamás harían daño a Aleanor, todavía desconocía la verdad de la historia que escondía la vida de aquella niña. Pero al parecer existía un gemelo, el gemelo del Ocaso, el hijo de la luna, ¿Podría ser aquello la representación del yin y el yan? En ese caso fuera lo que fuera aquello no debía dejar que Aleanor fuese atrapada, de ninguna forma.

Un relincho le despertó de sus pensamientos, Ufer había regresado y se encontraba olisqueando a Aleanor intentando consolarla, la emperatriz se había deshecho en finos copos de nieve. No entendía la promesa de Aleanor, Nevan estaba muerta. De todas formas caminó hacia ella.

- Aleanor, hemos de irnos, si quieres cambiaremos la ruta, piénsalo mientras nos adentramos en Lavia, todavía estás a tiempo- dijo mientras se subía a Ufer y le tendía la mano

A pesar del esfuerzo que ella estaba haciendo por disimular, sabía perfectamente que si no paraban rápidamente en alguna ciudad moriría por aquellas heridas, debían darse prisa.

Se incorporó por completo, la mochila con los libros resonaron a su espalda debajo de la capa blanca, la observó sin comprender muy bien, la capa no había sufrido daños, parecía ser que su tela se regenerase, no lo entendía del todo.

Al girarse observó al mano de Andrev, la agarró fuertemente y se subió detrás suyo sobre Ufer.

Dirigió una última mirada hacia sus espaldas, los copos de nieve se perdieron en el horizonte.

'' Juntas '' recordó su promesa.

-FIN-

Aceptó el silencio de Aleanor sin inmutarse, la ayudó a subirse. La niña del corazón blanco está triste. Suspiró con tristeza, no sabía a dónde dirigirse. Con delicadeza se acercó a la oreja de Ufer.

- Guíanos con tu instinto Ufer, hemos de llegar a un lugar donde poder descansar y sanar el cuerpo- dijo con dulzura a su semental, el cual respondió subiendo y bajando la cabeza con afirmación.

Comenzó a galopar hacia el Oeste, sin cuestionar el instinto de su compañero, debían darse prisa, concentrándose y con las manos sobre la crucera unas pequeñas halas heladas crecieron. Con relinchos de alegría por poder volver a sentir aquellas alas nacer de nuevo, Ufer comenzó a galopar hacia el norte con mayor velocidad sobre volando los cielos de las llanuras cambiantes, y el inmenso bosque de terra.

A lo lejos se divisaba la torre espinada, desde la cual unas cuantas millas al norte se encontraba la frontera.


-FIN-